martes, 29 de marzo de 2011

pensando en venezuela

PENSANDO EN VENEZUELA

           
             Nada hacemos con criticar las acciones de los mandatarios, que a lo largo de los años han tomado las decisiones supuestamente mas convenientes para todos los venezolanos, nada hacemos con criticar al delincuente que a pesar de los supuestos esfuerzos por reivindicarlo de las malas acciones, sigue cometiendo actos delictivos, nada hacemos con juzgar de mediocre al joven que no estudia, a la joven que sale embarazada ni al chico criado para vivir una cómoda vida llena de lujos, ocio y alejado de la realidad y de la vida difícil  y cruel que otros de su misma edad viven a diario y menos aun hacemos con escribir textos, realizar investigaciones, trabajos, ni ensayos sobre el desarrollo social si dicha sociedad no esta interesada en aplicar tal receta.

            Es muy fácil hablar de un problema y de opinar y sugerir soluciones, pero a la hora de estar inmersos en el meollo de un asunto problemático comúnmente pedimos consejo a un tercero  ¿por que?, porque como venezolanos esperamos a el Mesías, no el religioso, sino el encargado de los temas políticos, sociales y económicos, sin darnos cuenta que esos asuntos y los problemas que conllevan pueden ser llamados en síntesis “los venezolanos”. De tal manera, no hace falta esperar al “Mesías presidencial” porque en cierta forma el problema y las virtudes de un país son sus ciudadanos y por ende, los problemas y sus soluciones no están en la mente de un solo ser humano, sino en las mentes y en las acciones de la sociedad. Sin embargo, seguimos dejando todo el trabajo a un solo individuo, seguimos sentados con un diario en la mano criticando las acciones que ha cometido esa persona, pero pocas se preguntan en las soluciones a los problemas o en las estrategias que se pueden implementar para prevenir diversas situaciones y ser el país acorde con el potencial que naturalmente poseemos. Simplemente hay ciudadanos que no conocen el valor que tiene el suelo por el que caminan y por tal motivo cuando se les dice: “lucha por tu país”, es como invitar a esas personas a luchar por nada, y no son culpables, pues hemos sido testigos de cómo muchos venezolanos construyen una vida mejor fuera de nuestras fronteras sin saber que nuestro país puede brindarnos una mejor calidad de vida. 

            Venezuela debe ser un país que les demuestre a sus ciudadanos que vale la pena luchar por ella, hacerla crecer y lograr el máximo beneficio, pero hacerle entender eso a cada uno de los venezolanos sí es cosa del Estado, el cual debe velar por el bienestar social.

            No se puede negar que parte del comportamiento de los individuos que conforman  esta nación son forzados por la situación actual del país, ya que el pesimismo, la falta de motivación, no es mas que el resultado de una vida llena de penumbras, ¿quien piensa en ahorrar e invertir si la inflación crece de manera exacerbada?, ¿quien desea salir a caminar a media noche si hay tanta delincuencia?, quien desea almorzar en un buen restaurante si el costo por ello equivale a la quinta parte del sueldo mínimo?, ¿quien puede sentir ganas de expresar su opinión política en su ambiente laboral, si puede ser despedido de manera injusta e implacable?, ¿quién puede pensar en soluciones si es mas fácil adaptarse a las situaciones?

            La Venezuela que quiero esta basada en ciudadanos que expresen más que problemas, soluciones. Se basa en un Estado que garantice el bienestar de cada uno de sus ciudadanos, los cuales, con sus propios medios y acciones darán fruto a un árbol fértil sembrado en tierra árida: Venezuela.


Podría exponer a continuación una lógica planificación, un compendio de los problemas venezolanos o de cualquier país en general, y al escribir dicha planificación podría sonar algo como:  

            En materia económica, se necesita un Estado que reduzca el gasto público, el cual, generando una secuencia de demandas, ayuda al incremento ilimitado de los precios, que incentive la oferta económica, no a nivel microempresarial pues el gran motor económico no se basa en la sumatoria de infinitas microempresas, sino en la inversión y el funcionamiento de las grandes industrias que aprovechen nuestra materia prima y generen los insumos que se necesitan para desarrollar la gran gama de bienes que la población venezolana demanda, y eso requiere del incentivo a la inversión la cual antes de unos 10 años generaría una independencia económica, reduciendo las importaciones y por ende tendríamos una balanza comercial mas equilibrada, evitando la fuga de capitales y revalorizando de esta manera la moneda nacional, el petróleo debe ser más que exportado, procesado dentro de nuestras fronteras aprovechando sus cualidades para generar diversos bienes, de esta manera exportaríamos no materia prima sino bienes industrializados, dejando atrás la monoproducción .

            Se debe mejorar el sistema de salud, destinando los impuestos recaudados en bienes nocivos a la salud como el tabaco y el alcohol, a la inversión de equipos médicos, y la modernización y aumento de capacidad y servicios de los centros hospitalarios.

            En materia jurídico-penal, Venezuela necesita un Estado que forme estrictamente funcionarios policiales, inmunes a la extorsión, ambición  y al lucro por medios no convencionales, los oficiales deben ser los mas grandes conocedores de las leyes y la moral, un sistema penitenciario que reivindique al individuo, que aquellos que cumplan con la pena de la privación de la libertad, puedan vivir en una prisión que les enseñe a vivir sanamente y los ayude a reflexionar sus errores, y aprendan a ser útiles al país, y eso se lograría invirtiendo en infraestructura y en personal capacitado mediante los ingresos obtenidos por el Estado en esta materia, además se requiere un sistema judicial imparcial, alejado de sobornos, y que mas allá de cumplir las leyes, las cumpla a tiempo.

            El Estado venezolano  debe destinar los ingresos obtenidos mediante las multas a conductores e impuestos a comerciantes, al desarrollo urbanístico de ciudades y pueblos del país.

            En materia ambiental, se debe incentivar el reciclaje, la conservación del ambiente por parte de cada uno de los ciudadanos, mejorar las condiciones e instalaciones de nuestras atracciones turísticas, mediante los ingresos obtenidos por dicha actividad.

           Mas que exponer una distribución de los ingresos fiscales para la solución de los problemas que al parecer son los principales y más importantes del país (es lo que acabo de hacer a manera de ejemplo en el párrafo anterior), es dejar claro en primer lugar que es un error seguir pensando que los ingresos petroleros son la vía más eficiente y el remedio más conveniente para solucionar nuestros males económicos,  y con ello los políticos y los sociales, (pues dejo claro que existen otros medios, muy eficientes bajo una buena administración pública), y digo esto porque nuestro país a pesar de tener un gran potencial petrolero, se encuentra no en las estadísticas con mejores índices económicos, sino al contrario, en  los primeros lugares de países con altos índices de delincuencia a nivel mundial. El petróleo nos ha hecho ser más pobres y mediocres, porque hemos limitado nuestra frontera de posibilidades de producción a lo largo de los años a la simple extracción y venta de barriles petroleros, Venezuela se ha limitado a la adicción del oro negro.

            Considero que el hecho de seguir pensando esta “idea errónea petrolera” es simplemente un problema de educación, porque hoy en día seguimos preocupándonos por aquellos que no saben leer ni escribir, cuando la meta debería ser el manejo básico de un computador, seguimos impartiendo la  idea de que el petróleo es nuestra salvación, cuando deberíamos enseñar a la población a invertir en la bolsa de valores, a invertir a un bajo riesgo y a enseñarles los efectos de las políticas monetarias en la economía familiar, porque si es cierto, el venezolano observa el aumento implacable de los precios, pero pocos saben a ciencia cierta las causas que originan este hecho.    Éste es el problema fundamental de nuestro país y de nuestra sociedad pues ¿Qué hacemos con mejorar los bienes y servicios públicos si estarán a la disposición de una sociedad ignorante de todo conocimiento académico, cultural y moral?, ¿Cómo pedirle a una sociedad, a unos individuos, que aporten soluciones si carecen de conocimientos?

            La inversión en educación es la más importante, y con esto no se trata de incrementar el número de los centros educativos, se trata de incrementar la calidad, así como también fomentar el interés por la investigación y con ello el desarrollo científico y social. El pueblo debe ser conocedor de sus leyes, de su historia, critico de las teorías sociales y económicas, Venezuela necesita un pueblo que ante un desacuerdo no caiga en confrontaciones ni agresividades, sino se dedique a debatir con propiedades y buscar soluciones.

            El venezolano cree que con tan solo emitir un voto en un centro electoral va a realizar un cambio y hay que tener en cuenta que va mucho mas allá de eso, pues todos esos sueños e ideas que cada uno tiene y ese pensamiento acerca de lo que creemos que nuestro país necesita no se puede resumir en el sufragio, ya que la participación no consiste solamente en tener poder decisorio en ciertos aspectos, la participación como venezolanos esta inmersa en el saber, en el conocimiento y en el nacionalismo que cada uno de nosotros debe llevar consigo y este es el punto de partida, es la base para que Venezuela dirija su camino a la optimización y al bienestar.

            Más que una Venezuela, es el venezolano con el que sueño y me parece que para lograr todo esto, 10 años son más que suficientes.