sábado, 8 de marzo de 2014

Despegarse de la Ilusión cuesta. Los trucos de magia y la falta de madurez social

Hablamos en tiempo presente sin mirar el pasado, y esa mirada no debe realizarse con el fin de predecir lo que pueda suceder en un futuro (fracasaríamos como Dos Santos) sino para entender por qué estamos como estamos.


"Prefiero comer mierda con la revolución que con los oligarcas del pasado"- son argumentos que se escuchan y no son chiste. Son el resultado de una parte de la población que guarda un rencor por esos actores políticos que gobernaron nuestro País. Lo curioso, es que muchos de nuestros males presentes, ya sean escasez, inflación, pobreza e inseguridad y malas políticas como los controles de precios, controles de cambios y aumentos del gasto público, no se crearon de la noche a la mañana, los primeros se vienen gestando por el resultado de malas políticas del pasado, por una izquierda no tan radical como la actual pero que promovió el mismo paternalismo y la misma demagogia.


A pesar de que en la actualidad esos mismos males siguen más vigentes y amenazantes que nunca, existe un sector de la población mayormente de clase baja (y no tan baja) que de alguna u otra manera sigue apoyando más que un ideal, una ilusión. Trataré en la medida de lo posible de enfocar estas líneas al grueso de la población que opina que la falta de servicios públicos, de aguas servidas y de presencia de seguridad en los barrios es por culpa de aquellos gobierneros que se enriquecieron en el pasado y que dejaron de lado al barrio, a la clase pobre (nada ha cambiado).




La ilusión Monetaria. Un primer truco de Magia


La ilusión monetaria es esa sensación de riqueza que produce el tener dinero, pero, en la realidad, ese dinero que genera esa sensación de riqueza pierde día a día poder de compra, gracias al fenómeno que permite que el pobre tenga dinero vía subvenciones que da el Estado y que no se pagan con el dinero recolectado con impuestos = impresión de dinero inorgánico.


Nota: Antes de seguir leyendo es necesario que se comprenda que existen fenómenos monetarios que nos afectan directamente, lo digo porque la gente cree en lo que ve, pero cuando se mencionan acontecimientos no visibles las personas simplemente se vuelven incrédulas.


¿Qué es la impresión de dinero inorgánico? Es producto de una impresión de dinero que no se generó de un aumento de la productividad, sino de la asistencia financiera del Banco Central al sector público. El sector público ha sido deficitario, es decir, que ha gastado mucho más de lo que le ingresa. Ahora, si aumenta la cantidad de dinero por encima de la oferta de bienes y servicios, éste pierde valor con respecto al segundo, porque se necesitaría más dinero para comprar el mismo bien. Desde otro ángulo, la demanda por el mismo bien aumenta y como la producción de ese bien no ha crecido, aumentan los precios.


¿Nos encontramos en un circulo vicioso? SÍ, el Gobierno mantiene sus políticas populistas y genera una ilusión monetaria (sensación de riqueza) cuando en la realidad eso mismo que te da, te lo quita con la inflación.


¿Al final del día que es lo que importa para salir del coroto? Ilusión, creada en un sistema de dependencia donde el Gobierno crea una imagen de padre protector y que cuyo dinero parece sacado del mismo bolsillo de los políticos, no es mentira, un "gracias a Chávez" es pensar que él pagó la cuenta, que nos hizo un favor (uso el nombre de Chávez por ser el más sonado, pero el fenómeno ha ocurrido con todos los presidentes Venezolanos) pero no pensamos que es su trabajo, que le pagamos por eso, que vive de eso y que simplemente si no llega a hacer su trabajo hay que despedirlo (recuerden el concepto de mandatario).


A los gobiernos no hay que medirlos por lo que hacen bien, es su trabajo. Hay que medirlos por lo que hacen mal o por eso que dejan de hacer en materias de su competencia.


Nota: Salir del coroto implica ganar elecciones, bajar la tensión social y la sensación de pérdida de bienestar, evitar descontento, reclamos, etc.


Al final del día, la riqueza se genera con producción, trabajo. Tener dinero no implica ser rico, puedes tener dinero y ser cada día más pobre. Si no me crees, guarda una cantidad con lo que puedas comprar cualquier cosa hoy e intenta comprarlo en un mes....




La ilusión Política. Un segundo truco de Magia


¿qué son los consejos comunales?


Según la Ley de los Consejos Comunales son "una instancia de participación para el ejercicio directo de la soberanía popular y su relación con los órganos y entes del Poder Público para la formulación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas, así como los planes y proyectos vinculados al desarrollo comunitario." (Ley de los Consejos Comunales, Art. 1)


Magnífico si la realización de estos "deseos" hubiese sido efectiva, una participación donde realmente las personas a través de esta instancia pudieran formular, ejecutar, controlar y evaluar las políticas públicas, pues para ello, en vez de colocar en muchos consejos comunales videos del golpe del 2002, hubiese sido pertinente la apertura de cursos orientados a la gerencia pública, crítica, objetiva, sin ningún sesgo partidista. ¿Evidencias? la falta del seguimiento en la ejecución de políticas es un error abiertamente reconocido por los actores y funcionarios públicos (y algunos de sus seguidores).


Estamos ante la presencia de un pueblo que no recibe los beneficios que el Estado debe brindar conforme a la constitución y que el Gobierno adjudica esta ausencia en el cumplimiento de sus funciones a sus contrarios. Si sacamos cuenta, nunca han reconocido tener la culpa de nada. Además, la dirección de mando no va desde los consejos comunales hacia el ejecutivo, sino al contrario, por lo que la participación popular se convierte en una red de masificación de la voluntad del Gobierno y no es éste quien cumple con la voluntad del pueblo.


Despegarse de la Ilusión Cuesta


Siempre ha existido una distancia pronunciada entre el Discurso Político y la realidad. La diferencia radica en los trucos de magia que hacen creíble un discurso que dista aún más de esa realidad, de esas necesidades que a veces por un culto más que por una ideología se dejan de lado.


Los antagonismos ayudan: hacer creer que la culpa de nuestros males se deben a factores externos (con esto me refiero a no vinculados directamente con la elaboración, implementación, seguimiento y evaluación de la políticas) y que la inflación o la escasez, se deben a un plan macabro del imperialismo desvía la atención y se pierde de vista los verdaderos responsables de la situación económica y social de Venezuela.


Despegarse de la ilusión cuesta, afrontar la realidad requiere de madurez social (estamos en proceso). El día en que podamos comprobar que existe esa madurez, será un día en el cual un ciudadano promedio no se queje de la basura en la calles mientras lanza un desperdicio al piso, que bajemos la velocidad cuando la luz del semáforo encienda de color amarillo, que destinemos más dinero a un libro que a la caja de cerveza o que se prefiera mejorar el techo de la casa antes de comprar un TV de tantas pulgadas y colocarlo debajo de una lámina de zinc.


Con respecto a la madurez social, pongo como ejemplo el artículo que coloco al final de este ensayo, con ello no pretendo comparar sociedades, es claro que no es coherente comparar sociedades con cultura, historia y contexto social, político y económico diferentes. Solo dejo el ejemplo como constancia de que una madurez colectiva y participativa integrada por personas que se vinculan más allá de discursos partidistas y profundizan sobre las implicaciones de las políticas públicas si es factible, realizable y palpable.


Artículo: Los Suizos rechazan tener más vacaciones


Nota Final: Hablando de la sociedad y sus cosas, es notorio la cantidad de variables que dejo por fuera, sería imposible englobarlas todas; sin embargo, por diversos factores seguiremos teniendo personas que efectivamente prefieren "...comer mierda con la revolución que con los oligarcas del pasado", creo que un primer paso sería desmontar esos trucos de magia, hacerles ver la realidad.

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