viernes, 13 de septiembre de 2013

Se dibuja una sonrisa en mi rostro

Se dibuja una sonrisa en mi rostro, en una noche de esas que parecen interminables, donde la mente aprovecha de divagar.. la mente siempre divaga.

La vida es una gran pregunta y mediante nuestras experiencias tratamos de responder incógnitas que nosotros mismos vamos formulando a lo largo del camino, las preguntas se van acumulando mucho más rápido que nuestra habilidad para responderlas y sin darnos cuenta, nuestra velocidad comienza a disminuir, precisamente por esas incógnitas que dejamos de responder.

Como decía, era una de esas noches largas, la mente divaga sobre aquellas inquietudes sobre lo que nos depara el futuro. Siempre ilusos pensando en el futuro.

De repente un pasado escribe y me pregunta -¿cómo estas?-, pregunta que considero tan abierta y llena de sentimientos encontrados. Es una pregunta que pretende un acercamiento a aquello que debíamos haber dejado atrás, que conlleva a re-explorar terrenos que una vez conocimos como si fueran nuestros, si es que acaso no lo fueron. Son preguntas que anuncian un estado de curiosidad y un sentimiento de "quiero saber de ti" pero de una forma tan discreta, característico de las normas de cortesía, esas que ocultan instintos banales en los procedimentalismos del protocolo.

Respondí - bien - ese "bien" que no dice mucho, pero que expresa sorpresa al reencontrar sentimientos ocultos, que conjuga, reúne en una sola expresión todas aquellas experiencias que en su ausencia sucedieron y que no estuvo ahí para presenciarlo. En fin, es impresionante como una persona que estuvo mirándote a los ojos a centímetros de ti te pregunte "como estas". 

Comenzamos a hablar y en tres palabras nos habíamos sumergido en esa intensidad característica que nos unía, cada palabra intensa me recordaba esos besos intensos, cada palabra astuta me hacía recordar cada movimiento de nuestras manos intentando encontrar puntos de satisfacción. 

Jugué, intenté hacerle saber que la conocía, hablamos de política, de estudios y de romances. 

Note un suspiro en ella, de esos que no sabes como escribir pero si como expresarlos, quizás son esos silencios incómodos de los que tanto hablan. No lo sé, solo estoy suponiendo, pero fue ahí cuando se hizo presente el inevitable pasado, creando una ínter-conexión mental entre el presente y el futuro, llevándome a una inevitable pregunta ¿qué habría sido de mi junto a ti?

Recordamos lo interesante de nuestra historia, nuestros secretos y nuestros encuentros apasionados encerrados en un salón de clases - perdón - esto último solo lo recordé yo en lo muy profundo de mi imaginación, no sé si ella también haya hecho lo mismo, aunque hubo otro silencio "incómodo" que lo confirmó.

Y así como terminan las historias interesantes - imprevisiblemente- terminó la conversación. No tengo idea del por qué las historias y momentos interesantes de nuestras vidas terminan en un abrir y cerrar de ojos, solo sé que dejan un sensación vívida y fresca, un sabor cautivador que, no hace mas que dibujarte una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario